El cronovisor, espejo del tiempo

Una vez más el guardián se hizo presente después de haber dejado pasar un tiempo para que pudiera acomodar mis ideas. Después de enviarme como acostumbraba una oleada de paz a modo de saludo, me comunicó lo siguiente. En esta ocasión estará con nosotros un nuevo maestro, quien en vida tuviera una importante misión y que cumplió de manera cabal, un tanto heroica y hasta como mártir pues, por los tiempos que corrían, mediados del siglo XX,  su tarea no fue nada fácil, pero le había sido revelado que del hecho de aceptar llevarla a cabo, como de hecho sucedió, dependía su liberación de este plano. El te entregará algunas revelaciones.
Después de tantas y tantas milagrosas sincronicidades en donde con el transcurso del tiempo diversos  elevados espíritus, guardianes de la humanidad habían entregado sus enseñanzas, se hizo presente aquel espíritu de un lama tibetano a quien le fueran revelados múltiples secretos y que me fue compartiendo nuevos aspectos de ese muy profundo vínculo que numerosos hombres de conocimiento han revelado existe entre el Tibet y México.
Nos encontramos finalmente -dijo nuestro recién llegado acompañante y la acostumbrada oleada de paz envolvió el ambiente-. Prefiero por ahora no revelarte ningún nombre, pues de hecho eso no dice nada, pues, como incluso ha sucedido más de una vida en tu propio caso, viví dos vidas en una sola o fui dos personas en el mismo tiempo u otra forma de decirlo, ocupé dos cuerpos en mi más reciente y última encarnación. Tu me entiendes -dijo el lama- pero dejemos eso por ahora pues no es momento para abundar en ello aún, tal vez llegará el tiempo más adelante. Prefiero que me tengas en mente solo como el lama y que pasemos a lo que me trae temporalmente contigo en esta dimensión.
Como se te ha ido revelando a lo largo del tiempo, en algunos puntos de los Himalayas al igual que en las grandes cadenas montañosas de América como los Andes y las principales montañas del centro de México, existen cavernas secretas donde se custodian portentosos secretos que de cuando en cuando, a quienes corresponde recibir ese conocimiento le son revelados ya sea bien para su custodia o para su difusión a la humanidad, como de hecho fue mi caso, al plasmar múltiples detalles en cerca de una veintena de libros.
Ellos hablan de otra perspectiva de la historia de la humanidad, la verdadera, donde civilizaciones muy muy avanzadas han existido en este planeta en el pasado y han desaparecido por ejemplo, o de la presencia de seres de otras dimensiones y mundos que han influido en su desarrollo y que continúan haciéndolo.
Ante aquellas revelaciones le respondí. Si cada vez más y más voces hablan de eso, es una consciencia que se va abriendo para cada vez más y más personas que están dejando el pensamiento colectivo u oficial implantado en el siglo XX en especial por medio de la televisión y en general los llamados medios masivos de desinformación como les llaman algunos. Y un papel fundamental para la ruptura de la linea del pensamiento manipulado para las masas lo ha jugado Internet. Al menos para aquellos que tienen acceso a él y se atreven a cuestionar e investigar, sin embargo algunas de las objeciones más fuertes para negar a existencia de grandes civilizaciones en el pasado es el argumento de que no existen restos arqueológicos que den prueba de ello.
Existen -dijo el lama- yo mismo los he visto. Me han sido mostrados en esas cuevas. Pero tienes razón, para la mayoría no son realidad y eso ocurre por varios motivos -continuó-. Por un lado por que para el que no cree no hay prueba suficiente y para el que tiene fé no son necesarias las pruebas. Y aunque la fe tiene su fuerza en la creación de la realidad y el acceso a dimensiones espirituales superiores, en este caso al hablar de restos del pasado me refiero restos arqueológicos de esas tecnologías. Y muchos de ellos existen, y están donde mejor se esconden los tesoros, a simple vista. -Hizo una pausa como para que mi mente quedara expectante de su respuesta-.
Las piedras son algunos de los objetos que de manera más evidente guardan una memoria del pasado. Tanto sus símbolos, como de manera más evidente sus características. Muchas han sido trabajadas de una forma imposible incluso para una civilización como la de ustedes que muchos creen tan avanzada tecnológicamente  o bien por los acabados y su perfección, o la manufactura o hasta por las dimensiones y pesos de estas, por no hablar de propiedades energéticas que apenas están empezando a imaginar, o más bien a recordar.
Una cosa que pocas veces se cuestiona cuando se habla del tiempo es el hecho de que no existe una sola persona en estos tiempos, común al menos, que esté viva después de 150 años, breve lapso sin embargo de grandes cambios en los tiempos actuales. De modo que lo que pudiera haber ocurrido con el paso del tiempo en cientos o incluso decenas de miles de años realmente es inconcebible para ustedes. Digamos que para el consciente colectivo no hay nadie vivo que tenga esa experiencia, sin embargo algo evidente que pocas veces se considera es que su civilización que tiene apenas dos siglos de ser tecnológica y apenas cincuenta de lo que llaman de alta tecnología, está empezando a comprender la importancia de no dejar huellas para el futuro. Te voy a dar un ejemplo simple -dijo el lama-.
En cualquiera de sus grandes ciudades, si ustedes buscan restos de las tecnologías predominantes en la primera mitad del siglo XX, por ejemplo, difícilmente encontrarán algunos, y eso muy muy custodiados, en museos y colecciones particulares. Por ejemplo automóviles y si buscamos modelos de principios del siglo XX encontrarlos será aún mucho más difícil.  Y si nos remontamos a la maquinaria de vapor del siglo XIX todavía más. Pero te invito a reflexionar - dijo enfático- son apenas menos de 200 años. Imagina que ocurre después de 10,00 años.
Los elementos, el clima que forma la herrumbre en los metales, etc., son algunos de los principales enemigos de los restos arqueológicos. Por eso el Tibet con su clima frió y seco es tan tan especial, pues funciona como un refrigerador capaz de conservar cosas mucho muy antiguas. Es una especie de museo natural, sin embargo, aun así, los objetos más antiguos, de milenios atrás, custodiados en esas digamos colecciones privadas que me fueron mostradas en aquellas cavernas de los Himalayas llevan una especie de capa de vidrio para su mejor conservación, algo así como si las vitrinas donde se exhiben los objetos en un museo se mantuviera en ellos mismos y los envolvieran. Esos objetos fueron dejados por seres de otras dimensiones que más de una vez han estado aquí y cuyos restos se encuentran, como ya dije conservadas como en las vitrinas de galerías muy muy ocultas.
Pero existen incluso enemigos muchos más peligrosos para la arqueología, la historia, la ciencia y en general todo el conocimiento humano. Y son los enemigos de la verdad, y estos están activos de manera permanente en cada generación en busca de poder y privilegios que perderían si la verdad fuera conocida por todos. Creo que me comprendes ¿Verdad? – concluyó el lama-.
Si, creo que te comprendo -respondí-. Lo que dices me evoca lo que le he escuchado decir a diversos hombres de conocimiento entre ellos los vinculados con el camino de la toltequidad, herederos del conocimiento Atlante. Que el poder es tercer enemigo de aquel o aquella que busca la verdad, los denominados hombres de conocimiento. Quienes ocultan la verdad buscan contarnos su historia y controlarnos con ella, separarnos, hacernos olvidar nuestra verdadera herencia, y por un tiempo al menos de esa forma les es posible conservar el poder, pero la verdad siempre resurge y el final de los que buscan acaparar el poder siempre llega, y ese final es generalmente muy doloroso. 
Retomando la palabra el lama dijo. Si, entre quienes buscan esconder el pasado para conservar su poder y esconder evidencias se encuentran algunos arqueólogos, pero regresemos al asunto de los múltiples objetos que se conservan en esas cavernas y que pude observar directamente pues me fueron mostrados por mi maestro. Entre ellos se encontraba un visor del tiempo, o cronovisor como se le podría llamar. Era algo así como una televisión, una pantalla en la cual era posible ver escenas de otros tiempos. ¿Has escuchado algo sobre ello? –me interrogó el lama-.
Si algo he escuchado al respecto por más de una fuente –le respondí– y para muchos, entre ellos la mayoría de los científicos, la existencia de tales tecnologías es imposible. Sin embargo existen algunos otros científicos que han declarado abiertamente haber estado trabajado en ese tipo de proyectos militares  clasificados desarrollados a partir de ingeniería inversa de naves alienígenas, por ejemplo, y han sido utilizados con fines de predicción por gobiernos según se afirma. Fue muy polémica la difusión de  supuestas catástrofes planetarias que ocurrirían en el 2012, el fin del calendario Maya y algunas fuentes afirmaban que incluso los cronovisores mostraban esas catástrofes.
Allí podríamos decir que radica la parte más interesante de esas tecnologías y de cualquier tecnología. La ciencia determinista, el pensamiento predominante de los últimos siglos a tratado de congelar las leyes y la realidad. Inculcar la rigidez del universo privilegiando y enfatizando la reproducibilidad con su método científico que anula el milagro, la ordenada pero espontanea manifestación del universo, que a veces, la limitación de la perspectiva hace parecer como imposible para unos y que es la manifestación de Leyes Superiores producto de conciencias de igual nivel, Superior. Consciencias que saben que la realidad es una ilusión sostenida de manera colectiva por medio de la creación mental.
Sin embargo, aun desde la perspectiva científica más rígida es posible demostrar que es posible observar el pasado y si te interesa por ahora enfocaremos nuestra plática en esa dirección ¿Quizá algo de tu deformación científica sigue viva aun? –Me preguntó aquel espíritu, como urgando en los remanentes de mi yo-.
Si, reconozco que aunque las cuestiones del espíritu me interesan ahora por sobre las de la materia en este momento, algo del interés racional de aquellas épocas de mi juventúd permanece, aunque ya muy poco. Pero sobre todo me interesa escuchar lo que en vida su maestro le revelara -respondí-.
Bien -dijo el lama retomando la palabra-, cuando yo era un niño fui llevado por mi maestro a una caverna secreta donde pude presenciar el funcionamiento de dicho dispositivo. Y las inquietudes de mi mente maravillada e inquieta al respecto del como era posible observar en un dispositivo imágenes de otros tiempos, fueron satisfechas de la forma siguiente.
Imagina -dijo mi maestro- que nos trasladamos a algún punto en el universo ubicado digamos a 10,000 años luz cerca de una estrella de gran brillantes, visible a simple vista y que desde allí con un gran telescopio observamos la Tierra. Aquella idea de mi maestro, no me era inconcebible -me explicó el lama- pues entre otras facultades, una que me había sido concedida en esa vida fue la de realizar viajes astrales y trasladarme a cualquier punto en el universo que mi mente pudiera imaginar. Después de la acotación sobre su vida, el lama continuó relatando la explicación que le diera su maestro. Cualquier persona con alguna formación científica o incluso con cultura básica sabe que eso significa que lo que realmente estaríamos observando es la Tierra 10,000 años atrás, pues, ese es el tiempo que a la luz le habría tomado viajar esa distancia –¿Me sigues?– preguntó mi interlocutor, a lo que de manera breve, esperando que continuara respondí afirmando con un simple, ¡Si, creo que si!.
Es decir, estamos de acuerdo y cualquier astrofísico lo estaría según su forma de pensamiento, que lo que vemos es el pasado de la Tierra ¿Verdad?, y que eso es lo que ocurre en general cuando observábamos el universo desde cualquier punto. Los diferentes objetos que vemos se encuentran en diferentes tiempos por así decirlo. Nuevamente asentí estar de acuerdo con él.
Ahora imagina como te decía que en ese punto donde nos encontramos, tenemos con nosotros un telescopio de potencia ilimitada pero ajustable por el que nos es posible ver cualquier objeto que deseemos con todo el detalle que queramos y que en particular, solo a modo de ejemplo, estamos decidiendo apuntar a la Tierra y observarla. Date cuenta –me insistió- estaríamos observando la Tierra, es decir detalles del planeta Tierra y de sus habitantes y hasta de lo que estuvieran haciendo estos hace diez mil años pues recuerda que el telescopio tiene potencia ilimitada, lo que permitiría incluso ver los rostros de los habitantes de ese momento de la Tierra ¿No es así?. Pero con un instrumento como ese igualmente sería posible situarse en cualquier objeto celeste o punto en el Universo, por ejemplo uno situado a 100,000 años luz de la Tierra, y nuevamente observar lo que sucede: Podemos continuar así y seleccionar cualquier objeto y cualquier distancia, por tanto podemos ver cualquier momento de continuum del espacio-tiempo.
La anterior es básicamente la explicación que mi maestro me diera en esas caverna frente a aquella pantalla que para mi era mágica -dijo el lama y abundó en una explicación personal más compleja diciendo-. Ese sería el principio del  cronovisor óptico, aunque como sabrás, no es el único tipo pues han sido desarrollados cronovisores cuya tecnología se basa en recoger las vibraciones en otras frecuencias de los eventos que han existido igualmente en el espacio-tiempo.
Creo que te comprendo -afirmé- , incluso solo como modelo teórico, más allá de si es del todo correcto o no, la astrofísica al hablar de que el origen del Universo surge como creación de una gran explosión y del efecto remanente llamado radiación de fondo esta avalando de alguna manera está tecnología que dices permite “ver el pasado”.
Escuchaba atentamente la argumentación de nuestro visitante quien al ver mi interés en el tema continuó diciendo. Aún falta lo más profundo, pues lo anterior significa que desde cada punto del espacio es posible acceder a diferentes tiempos en el Universo, y que cada distancia definida por nosotros conforma una superficie esférica cuyo radio es la distancia del objeto al lugar donde nos encontremos. Así que de alguna manera todos los puntos de esa superficie esférica contienen o corresponden a un mismo tiempo para el punto fijado. Podemos denominar a aquellas esferas isócronas, igualmente del griego mismo tiempo o tiempos iguales y el Universo resulta un gigantesco holograma de realidades múltiples coexistentes. ¡Imagina eso! – afirmó el lama. Todos lo que ha ocurrido en todos los momentos en cada punto del universo de alguna manera sigue vibrando y existiendo y esa información puede ser recuperada de diversas maneras, entre ellas la tecnología exotérica o externa más comúnmente conocida, pero también por medio de otra, la esotérica o interna que a diferencia de la primera se alcanza por medio del camino espiritual, pero entonces ¿Toda la realidad percibida no es solo acaso una ilusión?.
Seguro has escuchado hablar de chakras y el tercer ojo ¿Verdad? - inquirió nuestro acompañante-. Esa es otra de las facultades que desarrollé en aquella vida además de la posibilidad de desplazarme por medio de viajes astrales, la de la videncia por medio del sexto chakra también llamado tercer ojo.
Sobre todo ello y algunas cosas más como mis experiencias en viajes astrales con mi maestro en las cuevas del Tibet, las cavernas de los antepasados, algunas de ellas custodiadas por ermitaños hablo en mis libros. Especialmente una muy importante, la caverna secreta bajo el Potala, la residencia del Dalai Lama en Lhasa, que se hermana con algunas cuevas y cavernas de México como la que está bajo la pirámide del Sol o las cuevas de Tepoztlán, entre otras, o las de Egipto, valles sagrados hacia los cuales diversos guardianes entre ellos yo te hemos ido guiando desde hace mucho mucho tiempo atrás. Como sabes los mismo secretos se encuentran custodiados en ese valle sagrado de Tepoztlán, en México, profundamente hermanado con los valles sagrados del Urubamba en el Perú y el de los reyes en Egipto, según se te ha venido siendo revelado.
Sin embargo la diferencia principal entre la tecnología externa o exotérica y la interna o esotérica es que la segunda surge de la evolución espiritual, de los alcances del Ser y ese avance se conserva más allá del tiempo, de la muerte pues dicho avance permite trascender esas ilusiones, el espacio-tiempo y la muerte.
Imagina que cuando se abre la percepción de las realidades internas de alguna manera tu visión por ejemplo puede desplazarse a cualquier momento del espacio-tiempo, es decir a cualquier realidad. De allí la máxima esotérica a la que ya se te ha hecho antes referencia “Si tu cambias el universo cambia”. Si eso que la ciencia busca o niega por estar desconectada de la Ciencia, la Suprema, la trascendente, la que es revelada por medio del Espíritu sin la necesidad del lento paso del tiempo y permite a eso que ustedes empiezan a concebir y a llamar universos paralelos.
Lo que tu dices, si comprendo bien -afirmé- significaría que la realidad de cada ser, lo que percibe, lo que cree vivir, tanto en cuanto al tiempo, la época, las personas sus actitudes, circunstancias, etc., depende solamente de lo que puede decodificar de ese entramado que es la eternidad en que todo parece estar vibrando.
Así es -respondió el lama- y toda la “realidad” es real para quien la percibe pero a la vez totalmente ilusoria. Por eso los seres que han alcanzado grandes realizaciones internas, como un acto de servicio deciden participar en algún sueño colectivo, digamos una realidad, pero despiertos sabiendo que solo es una ilusión y lo hacen con el fin de ayudar y hasta pueden realizar actos prodigiosos pues realmente se encuentran en otra dimensión, digamos en otros espacio-tiempo, pero proyectados ya sea bien por medio de la mente como ahora es mi caso contigo o bien a través de la metempsicosis o trasnmigración tema del que más adelante abundaremos, y que experimenté en mi más reciente experiencia de vida y que se diferencia de una vida común e inconsciente por el hecho de que en el segundo caso una mente o consciencia superior toma el control total de un cuerpo que está presto a quedar disponible pues quien lo habita está listo y dispuesto a pasar a otras experiencias.
Sé a que te refieres -afirmé- aunque en para el actual nivel de consciencia colectivo basado en el materialismo donde todo es bioquímica y neuronas eso no tenga ningún sentido, yo mismo en más de una vida he estado muy muy cerca de seres transmigrados y sé que esa experiencia es muy intensa. Una verdadera muerte en vida, pero luminoso renacimiento pues una vez aceptada y experimentada lleva a quien se dispone a ella a realizaciones superiores para la evolución personal y colectiva, al servicio del Espíritu. Como el ave fenix, una resurrección.
Sobre lo anterior comentaremos más adelante, no solo yo sino otros de tus guías pues ese tema, la transmigración, es muy profundo y como te ha sido revelado ha sido cercano a ti en más de una vida. Cuando esas realidades se abran a la consciencia colectiva los humanos volverán a entender nuevamente alguno de los secretos de las pirámides y del tipo de rituales que los iniciados llevaban allí pues eran utilizadas como máquinas transmigratorias para seres de conciencias de dimensiones superiores que encarnados y conscientes de su divinidad, como ya dijimos, de la ilusión del tiempo la muerte, pueden servir como intermediarios para elevar la conciencia planetaria.
Esos secretos igualmente se custodian bajo el Potala en el Tibet y en los secretos túneles de las pirámides de México, donde custodiado por guardianes está resurgiendo este conocimiento para reentegarlo a la humanidad para ayudar al inicio de una nueva y luminosa Era de espiritualidad planetaria. 
Pero regresando al tema anterior de la percepción es importante recalcar lo siguiente –continuo el lama- si la realidad percibida es una ilusión de los sentidos que depende del desarrollo del ser, entonces el infierno está dentro de cada uno de nosotros y el paraíso también, vibrando eternamente y depende de nuestra frecuencia sintonizarnos con uno o con otro.
¿Y de que depende esa sintonía? -pregunté intrigado-. De nuestra intención y nuestras acciones - respondió-. Hemos hablado antes del materialismo de esta etapa que todo lo reduce a causa y efecto dentro del universo material sin acceder a causas más trascendentes que son las verdaderamente causales. Por ejemplo, tu sabes como físico –dijo el lama-, a lo cual interrumpí abruptamente y de manera un tanto irrespetuosa -ex físico, pues mi pensamiento y por tanto mi realidad no correspondían ya del todo con muchas ideas aclaré-. De acuerdo, entiendo a que te refieres -continuó mi interlocutor- pero de alguna manera dentro de ti siguen vivas, al menos en parte, ideas producto de tu deformación profesional. Guardé silencio para que el lama continuara, pues algo de razón tenía. Como te decía -prosiguió- como físico sabes de la existencia de la Tercera Ley de Newton que habla del concepto de causa y efecto, y que dice “a toda acción corresponde una reacción … etc.”, bueno pues eso que pareció tan novedoso hace algunos siglos para la cultura occidental ha sido sabido desde hace milenios y es por ejemplo la llamada Ley del Karma tan mencionada en la cultura de nuestro pueblo y la India como ya antes te fuera explicado. Concepto de causa y efecto que tiene implicaciones en las religiones por ejemplo la judeo-cristiana en los conceptos de “No hagas a otros o que no quieras para  ti” o lo mismo por medio de su inverso “Has a otros lo que quieras para ti”, que a la luz de las ideas del la realidad percibida, la ilusión del tiempo etc., para esta etapa de evolución de la mente colectiva de la humanidad podemos llevar a niveles de responsabilidad cósmica al formularla de la siguiente manera “Al hacerlo a otros entrarás en la realidad de lo que haces”, es decir si crees en algo, si lo afirmas lo creas y se vuelve real para ti.
Si estás percibiendo injusticias, desigualdades, terror, dolor, fealdad, etc., etc., deja de pelear como quijote contra molinos con lo que ves afuera pues otra máxima iniciática de aquellos que han alcanzado la consciencia de unidad dice igualmente “todo lo que veo soy yo mismo” pues “afuera nada existe solo adentro”.
Hay personas  que argumentan que pensar así es evadirse de la realidad –comenté- y que hay que participar, involucrase, participar, luchar . ¿Que me comentas al respecto? -pregunte-.
Si de eso se tratara no existirían los ermitaños del Tibet por ejemplo cuyo único objetivo es trascender las ilusiones proyectadas por la mente en el entramado del espacio-tiempo. Ni en el cristianismo los místicos que se aíslan en busca del espíritu de Dios. Desde la perspectiva que me comentas ellos solo serían personas que se evaden del mundo material, sin embargo desde la perspectiva del espíritu son esos seres ermitaños quienes dejan atrás las ilusiones del mundo en busca de la realidad trascendente y eso tiene profundas repercusiones  pero son tan pocos lo que lo han logrado en los tiempos recientes, no así las humanidades pasadas donde grandes mayorías han logrado alcanzar el plano espiritual.  Pero ambas perspectivas son correctas, pues lo verdadero y lo falso solo dependen de la perspectiva o sistema de referencia como le llaman los científicos.
Los lamas con el más alto nivel de consciencia del Tibet llevan al alumno a diferentes experiencias donde si quedan atrapados en el sueño estos se quedan peleando con demonios externos, pero si logran acceder a los niveles más profundos son capaces de trascender esos demonios y encontrarlos como proyecciones de su interior, esa es la verdadera lucha esotérica, la que conduce a la trascendencia del espíritu, es en esa batalla en la que los ermitaños y los místicos se enfrascan. Una batalla contra los propios egos creadores, sus demonios internos.
Sobre esos temas de gran profundidad, la trascendencia del espacio-tiempo mucho ya te ha sido revelado y mucho más lo será. Y de todo eso en su momento deberás hablar según te será indicado pero es para un futuro un poco más lejano.
Lo que si puedo confirmarte es que entre los dispositivos tecnológicos del pasado, además del cronovisor existen lo que pudiéramos denominar dispositivos energéticos como aquellos de los que ya se te ha hablado, de la llamada Atlántida. Por eso los espíritus de sabios del pasado que tienen consciencia para recibir los conocimientos revelados, han estudiado y custodiado con sus obras diferentes legados del pasado que se guardan en los altiplanos como los de América que recibiera del Tibet la estafeta para el despertar de estos tiempos después de 2000 mil años de espera. Igualmente cuando dormía el Tibet, 4000 años atrás, sacerdotes principalmente mayas ayudaran a nuestro despertar. Por eso ahora Tibet tiene un compromiso del que yo mismo formara parte, para eso dejé mi testimonio y este se ha continuado extendiendo para abrir los nuevos tiempos.
Más acerca de estas tecnologías se te mostrará, pues serás llevado a esas cavernas ubicadas en los valles y montañas sagrados del planeta, muy en especial de tu tierra natal, México, pero solo cuando sea sel momento. Una vez en contacto con esa tecnología se te indicará cuando y a quienes puedes revelar que cosas. Esto será tanto por tu propia seguridad como la del plan del que ya tanto se te ha hablado, un plan que transcurre entre realidades paralelas o futuros posibles mismos que igualmente pueden ser plasmados en un cronovisor.
Creo que es momento de que demos por terminado este encuentro -dijo el guardián-. Estoy de acuerdo -respondió el lama- aunque quizá retomaremos más adelante algunos de los temas que hoy tocamos con más profundidad, pero al menos por ahora no es momento aun de revelar ciertas cosas pero, si corresponde, este llegará. Dicho lo anterior una sutil oleada de paz me envolvió y ambos, el lama y el guardián, desaparecieron.