El guardián del tiempo se hace presente por vez primera

Un pilar fundamental para esta etapa y en general de mi vida fue el encuentro con un texto canalizado titulado “Un curso de milagros” que ha sido traducido a decenas de idiomas y está teniendo repercusiones en millones de personas de todo el planeta y a cuyo estudio sistemático dediqué siete años. Un encuentro que había sido propiciado por Regina durante una visita a este mismo Valle Sagrado de Tepoztlán, décadas atrás y que poco a poco empezaba a comprender era parte de un Plan Superior, lo cual es magistralmente expresado en el siguiente párrafo de dicho texto:
Estoy aquí únicamente para ser útil. Estoy aquí en representación de Aquel que me envió. No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo que debo hacer, pues Aquel que me envió me guiará.
Después de haber dedicado algunos años al estudio del curso una noche fui despertado por unas voces que me llevarían al encuentro de los siguientes párrafos del mismo texto
Hay quienes han llegado a Dios directamente
al haber dejado atrás todo límite mundano y
al haber recordado perfectamente
su propia identidad. A estos se les podría llamar
los Maestros de los maestros, por que aunque ya no se les puede ver,
todavía se puede invocar su imagen. Yaparecerán en el momento y lugar en que
pueda ser de utilidad que lo hagan.

A quienes esa aparición les podría atemorizar, les dan sus ideas.
Nadie puede invocarlos en vano.
No hay nadie de quien ellos no sean conscientes.
Un poco más adelante, cuando al menos buena parte de ese miedo empezara a disolverse finalmente se iniciaría una nueva etapa de revelaciones, vivencias, comprensiones y contactos mismos que tratare de narrar a continuación y donde el personaje fundamental sera un maestro y guía de otras dimensiones quien se presentara a si mismo como “El guardián del tiempo”, y al que en general me referiré como “el guardián”. Esta es la transcripción de lo que sería nuestro primer diálogo:
El espacio donde me encontraba fue inundado con una energía que me rodeo transmitiendo una gran sensación de sabiduría y Paz. Una luminosidad de algo así como un anciano, cuya edad estaba más allá de lo que es posible concebir. La experiencia duró quizá apenas algunos segundos, pero me parecieron deliciosamente eternos y de pronto pude escuchar una voz que dijo:
Finalmente estás listo para este nuestro primer encuentro pues ya no sientes ese miedo que mantenía cerrada tu energía a la percepción de realidades más sutiles como la mía.
Han sido necesarios muchos años de contacto silencioso e inconsciente para que podamos encontrarnos frente a frente finalmente. Un momento previo que fue definitivo en este proceso para este nuestro primer encuentro fue aquella experiencia con los espíritus, llamémosles por el momento así, de dos de tus principales guías de esa etapa quienes te despertaron por medio de aquel susurro en medio de tus sueños que fue tan impactante para ti y que tan claramente recuerdas.
Por supuesto -confirmé  lo afirmado por el guardián-, como olvidarlo, la sola mención de aquel suceso evocaba en mi una profunda emoción. Aquella experiencia donde los“espíritus” de dos personajes quienes fueran fundamentales en toda una etapa de mi vida se me habían hecho tan presentes fue profundamente significativa pues de muchas maneras representaba una gran confirmación de que al menos había logrado un pequeño avance en el recorrido del sendero espiritual.
Así es, -respondió el guardián-, así es, y ahora con este nuestro primer encuentro puedes comprobar igualmente lo dicho en ese mismo texto que afirma que el propósito del curso no es el conocimiento sino la Paz y una vez que esta se alcanza se deja al alumno en manos de su propio maestro interno quien se encarga de dirigir el resto del aprendizaje. Esa condición, la Paz interior es el requisito fundamental que permite ahora este nuestro primer encuentro.
Ahora bien, en cuanto al sendero de aprendizaje que recorreremos de ahora en adelante será justamente ese, el del tiempo y sus secretos pues ese conocimiento te enlaza desde épocas inmemoriales con este planeta y sobre todo por que aunque no lo comprendas del todo aun “Tu y yo somos uno” -dijo de manera pausada pero enfática- como ya algo te ha sido revelado anteriormente por intermediación de diversas mujeres y hombres de conocimiento entre otros canales o mediums, y hasta se te ha permitido una que otra experiencia personal pues es parte de los permisos que te han sido dados por las etapas que has ido alcanzando. Todo ello consta en los archivos del tiempo mejor conocidos por muchas personas como registros akáshicos.
Pues si -respondí de manera afirmativa-, algo sé, un poco al menos me ha sido permitido saber como dices. A continuación guardé silencio un poco sorprendido por lo que afirmaba y todo lo que este ser sabía de mi e igualmente un poco confundido pues yo a mi vez muy poco comprendía sobre de él.
El guardián empezó a dar respuesta a mis silenciosas interrogantes diciendo primero como te habrás dado cuenta ya, aun cuando pareciera que conversamos nos estamos comunicando sin que sean necesarias las palabras pues lo estamos haciéndolo de esa forma que comunmente se le denomina “leyendo la mente” o telepática, nombres que surgen de forma de pensamiento atrapada en la perspectiva de los cuerpos y la separación misma que como sabes entre otras cosas por ese curso, no es real y por tanto no existe pues la mente es solo una, como lo es todo, como somos tu y yo, como dicen aquellas máximas del conocimiento interno o esotérico “Afuera nada existe, solo adentro” o “Todo lo que veo soy yo mismo” o “Si yo cambio, el universo cambia”.
Primero te comentaré que aunque por ahora y con el propósito de que comprendas de alguna manera mi identidad te diré que soy un guardián del tiempo aunque de hecho provengo de más allá del propio tiempo. Por eso conozco secretos de como opera el mismo y sobre sus aspectos denominados pasado, presente y futuro.
Te comentaba que el tiempo será nuestro camino de aprendizaje, al menos por ahora, pues tu preparación previa como científico de otros tiempos -hizo una breve pausa- o tu deformación profesional de esta vida como físico, como prefieras verlo, es sensible a los sucesos del espacio tiempo, objetos fundamentales de estudio de esa ciencia. Pero como verás al final todo se reduce al tiempo, la filosofía pudiera considerarse como el estudio de las forma de pensamiento en el tiempo, la historia la constituyen los sucesos humanos y acontecimientos en el tiempo, el objeto formal de la física son los cuerpos y su movimiento dentro del espacio en el tiempo, etc., etc.. De hecho de todo ello iremos conversando centrado en el pretexto del tiempo, pues desde la perspectiva de la mente unificada no existen conocimientos fragmentados sino una sola Ciencia es decir un solo Supremo Conocimiento.
¿Dijiste científico de otros tiempos? -interrogué-. Veo que escuchaste -respondió el guardián-. Al menos aunque muy poco comprendas en este momento estás atento. Si científico o sabio como se decía siglos atrás. Si, bueno de eso iremos hablando poco a poco pero por ahora aun no estás listo. Ya antes te hemos revelado que cuando se alcanza la consciencia de unidad todo cuanto alguna vez ha ocurrido es desvelado. Por ahora solo tenla en mente, al final de cuentas todo es cuestión de tiempo y el tiempo como la realidad percibida solo es una ilusión.
Más interesante seria regresar a lo que en este nuestro primer encuentro nos enlaza y eso está muy claramente subrayado en el texto de un curso de milagros. Recordemos esa parte del libro titulada: La revelación el tiempo y los milagros -dijo- y acto seguido como dotado de un apuntador electrónico o como si tuviera frente a si el libro, el guardián  empezó a decir en voz alta. 
“La revelación produce una suspensión completa, aunque temporal, de la duda y el miedo. Refleja la forma original de comunicación entre Dios y Sus creaciones, la cual entraña la sensación extremadamente personal de creación que a veces se busca en las relaciones físicas. La proximidad física no puede proporcionarla. Los milagros, en cambio, son genuinamente interpersonales y conducen a un auténtico acercamiento a los demás. La revelación te une directamente a Dios. Los milagros te unen directamente a tu hermano. Ni la revelación ni los milagros emanan de la conciencia, aunque ambos se experimentan en ella. La conciencia es el estado que induce a la acción, aunque no la inspira. Eres libre de creer lo que quieras, y tus actos dan testimonio de lo que crees.
La revelación es algo intensamente personal y no puede transmitirse de forma que tenga sentido. De ahí que cualquier intento de describirla con palabras sea inútil. La revelación induce sólo a la experiencia. Los milagros, por otra parte, inducen a la acción. Por ahora resultan más útiles debido a su naturaleza interpersonal. En esta fase del aprendizaje, obrar milagros es importante porque no se te puede forzar a que te liberes del miedo. La revelación es literalmente inefable porque es una experiencia de amor inefable.
La reverencia se debe reservar sólo para la revelación, a la que se puede aplicar perfecta y correctamente. No es una reacción apropiada hacia los milagros porque un estado de reverencia es un estado de veneración, lo cual implica que uno de rango inferior se encuentra ante su Creador. Tú eres una creación perfecta y deberías sentir reverencia solamente en presencia del Creador de la perfección. El milagro es, por lo tanto, un gesto de amor entre iguales. Los que son iguales no deben sentir reverencia los unos por los otros, pues la reverencia implica desigualdad. Por consiguiente, no es una reacción apropiada hacia mí. Un hermano mayor merece respeto por su mayor experiencia, y obediencia por su mayor sabiduría. También merece ser amado por ser un hermano, y devoción si es devoto. Es tan sólo mi devoción por ti lo que me hace merecedor de la tuya. No hay nada con respecto a mí que tú no puedas alcanzar. No tengo nada que no proceda de Dios. La diferencia entre nosotros por ahora estriba en que yo no tengo nada más. Esto me coloca en un estado que en ti es sólo latente.
“Nadie viene al Padre sino por mi” no significa que yo esté en modo alguno separado de ti o que sea diferente, excepto en el tiempo, y el tiempo no existe realmente. La afirmación tiene más sentido desde el punto de vista de un eje vertical que de uno horizontal. Tú estás debajo de mí y yo estoy debajo de Dios. En el proceso de “ascensión” yo estoy más arriba porque sin mí la distancia entre Dios y el hombre sería demasiado grande para que tú la pudieses Salvar. Yo salvo esa distancia por ser tu hermano mayor, por un lado, y por el otro, por ser un Hijo de Dios. La devoción que les profeso a mis hermanos es lo que me ha puesto a cargo de la Filiación, que completo porque formo parte de ella. Tal vez esto parezca contradecir la afirmación “Yo y el Padre somos uno”, pero esa afirmación consta de dos partes en reconocimiento de la mayor grandeza del Padre.
Las revelaciones son indirectamente inspiradas por mí debido a mi proximidad al Espíritu Santo y a que me mantengo alerta para cuando mis hermanos estén listos para recibir la revelación. De esta manera puedo obtener para ellos más de lo que ellos podrían obtener para sí mismos. El Espíritu Santo es el mediador entre la comunicación superior y la inferior, y mantiene abierto para la revelación el canal directo de Dios hacia ti. La revelación no es reciproca. Procede de Dios hacia ti, pero no de ti hacia Dios.
El milagro reduce al mínimo la necesidad del tiempo. En el plano longitudinal u horizontal el reconocimiento de la igualdad de los miembros de la Filiación parece requerir un tiempo casi interminable. El milagro, no obstante, entraña un cambio súbito de la percepción horizontal a la vertical. Esto introduce un intervalo del cual tanto el que da como el que recibe emergen mucho más adelantados en el tiempo de lo que habrían estado de otra manera. El milagro, pues, tiene la propiedad única de abolir el tiempo en la medida en que hace innecesario el intervalo de tiempo que abarca. No existe relación alguna entre el tiempo que un milagro tarda en llevarse a cabo y el tiempo que abarca. El milagro substituye a un aprendizaje que podría haber durado miles de años. Lo hace en virtud del reconocimiento implícito de la perfecta igualdad que existe entre el que da y el que recibe en la que se basa el milagro. El milagro acorta el tiempo al producir su colapso, eliminando de esta manera ciertos intervalos dentro del mismo. Hace esto, no obstante, dentro de la secuencia temporal más amplia.”
Como puedes comprobar -prosiguió con su explicación el guardián-, en los anteriores párrafos se hace una mención enfática del tiempo, un tiempo que si bien es ilusorio puede ser interminable, de miles de años de aprendizaje, pero que puede ser colapsado y por ello estamos aquí. Mi misión sera entregarte revelaciones de manera personal o poniéndote en contacto con quienes deberán hacerlo de acuerdo con ese Plan Superior del que ya algo se te ha revelado, y la tuya entregarlas por medio de palabras como te fuera indicado años atrás. Esa será una parte fundamental de tu misión, una misión que aceptaste antes de venir a este plano y que tiene como propósito ayudar a otros a que se sintonicen con los tiempos que vienen dentro de los grandes ciclos. Una etapa donde se recupere la Consciencia Superior, Divina o de lo Sagrado y entonces sea posible armonizar los aspectos masculino de la razón y la ciencia con los femeninos, la  intuición y el espíritu. Condición fundamental lograr una Nueva Era dorada de armonía, equilibrio, abundancia, felicidad y paz para toda la humanidad, requisitos indispensables para la apertura de la más elevada sabiduría.
Por ahora me retiro, te dejo en paz -dijo el guardián. Empieza a escribir, solo dedica tu intención a hacerlo, con ese simple hecho sentirás mi presencia junto con la otros maestros quienes se mantendrán en contacto y te entregarán revelaciones como algunos otros ya lo han hecho. No te preocupes demasiado en la forma, ni en la secuencia temporal, deja que escriba tu mente siempre en contacto con tu corazón, ya lo sabes pues igualmente te ha sido revelado, esa es la clave de todo y esa es la clave para tu regreso, el final de tu tiempo. 
Al terminar aquellas palabras nuevamente percibí una sutil oleada de paz y la sensación de aquella presencia desapareció.