Las cavernas de los antepasados de México

Transcurrido algún tiempo, había sido enviado nuevamente a vivir al Valle Sagrado de Tepoztlán, zona con la que de manera inconsciente tenía desde hace mucho mucho tiempo atrás, vínculos muy profundos.
De manera por demás milagrosa, por medio de innumerables y complejas sincronicidades me fue indicado donde debía vivir, al menos temporalmente. A mi llegada, desde el primer momento que lo vi reconocí su energía, el lugar simplemente era ¡Un verdadero paraíso!. Bellos jardines rodeados de montañas, una pequeña cabaña de hermosa arquitectura disimulada entre la vegetación totalmente amueblada y decorada de manera sencilla y con exquisito gusto. En una de las áreas se encontraba un estanque con peces y lirios y una fuente de cantera. Una pequeña alberca, ubicada a modo de ojo de agua en el jardín central, era el sitio natural para tomar el Sol, nadar y disfrutar la magnificencia de la vista de una de las montañas principales del valle misma que se encontraba a muy corta distancia y justo enfrente de aquel jardín. Por la noche ese espacio era un magnífico observatorio donde admirar el majestuoso espectáculo de un cielo estrellado y además de todo lo anterior silencio para estar, escribir y meditar.
Desde la primera noche las presencias me rodearon, pero sin manifestarse abiertamente. Me estaban dejando llegar y encontrarme conmigo mismo primero pues la revelación de ese sitio tenía un propósito y era parte del final de una profunda etapa de mi vida y por tanto el inicio de otra.
De día las sincronicidades continuaban manifestándose en todo momento y por la noche los sueños y las sensaciones eran muy intensos. Las energías de ese valle sagrado se manifestaban de múltiples maneras.
Después de algunas semanas de intenso proceso interno y nutritiva soledad conmigo mismo, una noche tuve la indicación de meditar con un ejercicio del curso de milagros, el ejercicio entregado se titulaba: En Su Presencia he de estar ahora.
Sentado cómodamente y envuelto con la pequeña manta de lana con la que comúnmente meditaba leí lentamente el ejercicio, disfrutando la suprema belleza y la sensación de paz que aquellas palabras inspiraban. Una vez terminada la lectura mis ojos se cerraron, empecé a respirar suave y lentamente. A mi mente fue llegando la imagen de incontables personas que me habían acompañado desde mi infancia y a lo largo de mi vida por al menos un breve lapso, de pronto mi consciencia de la mundana realidad desapareció y me dejé llevar. A mi regreso me dí cuenta de que había sido llevado fuera del tiempo por algunas horas según lo indicaban los relojes, aunque internamente había vivido aquella experiencia como tan solo un momento.
Por la relevancia de la experiencia y sus efectos en el tiempo transcribo el ejercicio íntegro a continuación, un texto que contenía una promesa misma que fue sobradamente cumplida:
Ejercicio 157: En Su Presencia he de estar ahora.
Éste es un día de silencio y de fe. 2Es un tiempo especial y muy prometedor en el calendario de tus días. 3Es un tiempo que el Cielo ha reservado para brillar sobre él y verter una luz perenne en la que se oyen ecos de la eternidad. 4Este día es santo, pues anuncia una nueva experiencia; una manera de sentir distinta y una conciencia diferente. 5Son muchos los días y las noches que te has pasado celebrando la muerte. 6Hoy vas a aprender a sentir el júbilo de la vida.
Éste es otro punto decisivo en el plan de estudios. 2Añadimos ahora una nueva dimensión: otra clase de experiencia que arroja una nueva luz sobre todo lo que ya hemos aprendido y nos prepara para lo que todavía nos queda por aprender. 3Nos lleva a las puertas donde finaliza el aprendizaje y donde captamos un atisbo de lo que se encuentra mucho más allá de lo que el aprendizaje puede lograr. 4Nos deja aquí por un instante, y nosotros seguimos adelante, seguros de nuestro rumbo y de nuestro único objetivo.
Hoy se te concederá tener un atisbo del Cielo, aunque regresarás nuevamente a las sendas del aprendizaje. 2Tu progreso, no obstante, ha sido tal que puedes alterar el tiempo lo suficiente como para poder superar sus leyes y adentrarte en la eternidad por un rato. 3Aprender a hacer esto te resultará cada vez más fácil, a medida que cada lección, fielmente practicada, te lleve con mayor rapidez a este santo lugar y te deje, por un momento, con tu Ser.
Él dirigirá tu práctica hoy, pues lo que estás pidiendo ahora es lo que Su Voluntad dispone. 2Y al haber unido tu voluntad a la Suya en este día, es imposible que no se te conceda lo que estás pidiendo. 3No necesitas más que la idea de hoy para iluminar tu mente y dejar que descanse en tranquila expectación y en sereno gozo, desde los cuales dejas atrás rápidamente al mundo.
A partir de hoy, tu ministerio adquirirá un genuino fervor y una luminosidad que se transmitirá desde tus dedos hasta aquellos a quienes toques, y que bendecirá a todos los que contemples. 2Una visión llegará a todos aquellos con quienes te encuentres, a todos aquellos en quienes pienses y a todos aquellos que piensen en ti. 3Pues la experiencia que has de tener hoy transformará tu mente de tal manera que se convertirá en la piedra de toque de los santos Pensamientos de Dios.
Tu cuerpo será santificado hoy, al ser su único propósito ahora iluminar el mundo con la visión de lo que has de experimentar en este día. 2Una experiencia como ésta no se puede transmitir directamente. 3No obstante, deja en nuestros ojos una visión que podemos ofrecerles a todos, para que puedan tener lo antes posible la misma experiencia en la que el mundo se olvida calladamente y el Cielo se recuerda por un tiempo.
A medida que esta experiencia se intensifica y todos tus objetivos excepto éste dejan de ser importantes, el mundo al que retornas se acerca cada vez más al final del tiempo, se asemeja un poco más al Cielo en todo y se aproxima un poco más a su liberación. 2Y tú que le brindas luz podrás ver la luz con más certeza; la visión con mayor nitidez. Mas llegará un momento en que no retornarás con la misma forma en la que ahora apareces, pues ya no tendrás más necesidad de ella. 3Pero ahora tiene un propósito, y lo cumplirá debidamente.
Hoy nos embarcamos en un viaje con el que jamás has soñado. 2Pero el Santísimo, el Dador de los sueños felices de la vida, el Traductor de la percepción a la verdad, el santo Guía al Cielo que se te ha dado, ha soñado por ti esta jornada que emprendes y das comienzo hoy, con la experiencia que este día te ofrece para que sea tuya.
En la Presencia de Cristo hemos de estar ahora, serenamente inconscientes de todo excepto de Su radiante faz y de Su Amor perfecto. 2La visión de Su faz estará contigo, pero llegará un instante que transcenderá toda visión, incluida ésta, la más sagrada. 3Esto es algo que jamás podrás enseñar porque no lo adquiriste a través del aprendizaje. 4No obstante, la visión habla del recuerdo de lo que supiste en ese instante, y de lo que, sin duda, habrás de saber de nuevo.

“Un instante que pases fuera del tiempo puede producir el fin de este.”
¿Sera cada uno de nosotros juzgados al final?: “Un curso de milagros”: Manual para el maestro

Unos pocos días después empezaron a ocurrir numerosos milagros mismos que continuarían de diversas formas. No pocas de esas personas cuya imagen llegara a mente, algunas con quienes tan solo me reuniera una vez y otras que aunque muy familiares no había visto desde hacía muchos años empezaron a pensar en mi y me trataron de localizar con la intención de verme y platicar conmigo. Incluso algunas de las más sensibles dijeron haberme visto acompañándolas en algún momento difícil por el que pasaban, por ejemplo junto a sus familiares en un hospital el mismo día de la experiencia y que por ello me buscaron. Una extraña etapa donde la frase común de incontables personas que me buscaban para conversar era: “Te voy a contar algo que no le he dicho nunca a nadie”. Así me fueron entregadas numerosas revelaciones muy personales. Por mi parte yo solo intentaba escuchar sin juzgar, y en silencio, sin ser capaz de comprender el por que de todo aquello solamente era capaz entregarlo a la guía superior, para más tarde enterarme de que aquellos conflictos que los inquietaban se resolvían milagrosamente.
Han transcurrido dos años de esa experiencia y soy enviado una vez más a esta misma cabaña, en este mismo valle sagrado con indicaciones de escribir sobre algunos los eventos de los que aun no habido tenido permiso de hablar, y donde el guardián me entrega el título y la temática que debo seguir, no puedo más que reconocer lo perfecto de la guía en medio de la ilusión del tiempo, aun cuando esta sea inconsciente.
Resuenan en mi mente las siguientes palabras del texto anterior: ecos de la eternidad, tener un atisbo del cielo, alterar el tiempo, dejar atrás el mundo. El texto es elocuente en si mismo y no requiere de mayores comentarios de parte de mi limitado ego.
Más bien intentaré transcribir de manera resumida y en un solo diálogo las diversas revelaciones que con el paso del tiempo me han sido entregadas al respecto de algunos secretos de este y otros valles sagrados:
Una vez más el guardián y el lama se hicieron presentes, pero junto con la acostumbrada sensación de paz se percibía una especie de nueva energía muy sutil producida por múltiples presencias.
Sabemos que además de percibir nuestra presencia, intuyes a los otros seres que nos acompañan -comenzó diciendo el guardián-. Todos ellos han sido presencias permanentes en tu vida desde hace mucho mucho tiempo, han tenido revelaciones de este y otros valles sagrados y en su lapso de vida escribieron o hablaron sobre ellos y desde esa otra dimensión te han dado guía. De ellos ya has hablado mucho antes en tus relatos, el trabajo previo que se te encomendara. Por ello no es necesario mencionar nombres y por eso mismo es que ellos no se hacen del todo presentes ahora, pues ya no importan los nombres ni las personalidades, incluidos los nuestros.
En esta ocasión queremos que nos acompañes a tener una experiencia directa, solo que te llevaremos sin tu cuerpo físico por dos motivos. Primero por que como sabes después de recorrer tantas décadas diversos valles y montañas sagradas del planeta por los que has sido guiado, el acceso a ciertos lugares por medio del cuerpo físico es extenuante y en extremo difícil cuando no imposible, y segundo por que aún no es tiempo de decir ciertas cosas. Así que de esta manera te podremos mostrar lugares y cosas de las que deberás hablar pero como simplemente llegaremos a los sitios con el solo intento mental de trasladarnos allí el acceso será muy fácil y rápido pero igualmente no tendremos la necesidad de revelarte, por ahora al menos, como acceder físicamente. ¿Estás de acuerdo en acompañarnos? -preguntó el guardián-. A lo que sin dudarlo respondí ¡Por supuesto que si!, pero ¿Que tengo yo que hacer?.
El viaje estará a cargo de el lama, yo tan solo seré un acompañante y tu un testigo -dijo el guardián refiriéndose a mi, para finalizar su intervención diciendo-, tan solo déjate llevar.
De pronto aparecimos en lo que reconocía era una caverna en el interior de una montaña. Efectivamente -dijo el lama- estamos en el interior de una de las montañas de este valle sagrado. Una de la dos principales del valle, la de cumbre piramidal y que está profundamente vinculada con la otra cercana a la pirámide en el macizo montañoso. 
Observa esa energía que enlaza ambas cumbres. Esa misma energía ha definido en parte el trazo pueblo, es digamos parte de El Tesoro o legado custodiado en este valle. Hay varios puntos de la traza del pueblo definidos por ese legado, de hecho como han sabido incontables guardianes y sabios en esas montañas, como en otras del planeta, fueron talladas a modo de un inmenso códice elaborado por humanidades del pasado, de esos otros soles para que fueran redescubiertas y dadas a luz sus verdades por las futuras generaciones y esos tiempos ya han llegado. Es por eso en parte que ahora estamos aquí.
Mira ahora esta zona ¿Que te recuerda? -preguntó el lama-. Ante mi apareció una elaborada red de cámaras y galerías que immediatemente me evocaron la imagen de las tumbas de los faraones del Valle de los Reyes en Egipto. No fue necesario ni siquiera intentar responder, pues como ya dije antes nuestras aparentes conversaciones eran solo un mero formulismo, una ilusión. Exactamente -confirmó el lama-, por eso fuiste llamado físicamente a aquellas tierras años atrás, no era entonces el momento de movernos de esta manera. Reflexioné para mis adentros en toda la energía en forma de tiempo, dinero y esfuerzo que tuve que invertir para llegar hasta Egipto en aquella visita.
Intentando sacarme del asombro y de mis reflexiones el lama dijo. Recuerdas que aquellas galerías están igualmente al pie de una pequeña montaña de cumbre piramidal y que en ellas se custodian los cuerpos de seres de muy elevada consciencia de un remoto pasado. Pues igualmente aquí se custodian los cuerpos  pero en este caso de un pasado tan remoto que de no ser por algunos pocos guardianes estaría totalmente olvidado. Ven, mira más de cerca me dijo y de pronto me encontré frente a un cuerpo humanoide envuelto en un material que me pareció ser similar al oro dentro de un extraño sarcófago de material aparentemente petreo, pero aquel cuerpo era de dimensiones muy superiores a las de un humano común. Son cuerpos de transmigración -dijo el lama-, por ahora solo registra esto, pues de ello hablaremos más adelante cuando conversemos sobre la muerte y su trascendencia.
Quiero llevarte a otro lugar al que en el pasado físicamente has sido llamado, pero antes quiero mostrarte algo. Y fui trasladado a un punto dentro de aquel laberinto de galerías y frente a mi estaba algo que dificilmente puedo describir pues no tengo palabras para hacerlo. Era como una esfera con orificios en sus dos polos o extremos, pero con una como dona en su interior y tenía un luminoso flujo en movimiento que se originaba en cada polo y regresaba desde lo que sería un ecuador. ¿Que es esto? -pregunté intrigado a lo que el lama respondió. Objetos como estos son parte de las colecciones de las galerías del Tibet y de Egipto donde hay llamémosles museos que a modo de cápsulas del tiempo guardan diversos objetos, como en este mismo lugar donde este es solo uno entre otros tantos de ellos. Pero quiero mostrártelo pues poco a poco el recuerdo de esta forma de energía ha empezado a ser recuperado en todo el planeta. Impedir su salida, mantener este secreto ha causado mucho dolor y entre ellas las más recientes dos guerras mundiales. Esta energía tiene una muy estrecha relación con aquella constante k de la ecuación linealizada que antes te fuera mostrada.
Recuerdas las revelaciones de Adaesuz -dijo el guardián-, todo esto está conectado con el códice mariano y las coordenadas que este guarda. Es parte de los secretos más sagrados de México, muchos de ellos resguardados por las montañas y en el plano físico involucra tecnología de otras dimensiones y tiempos. Quizá más adelante deberás hablar de lo que te será revelado pero aun no ha llegado el momento, por ahora continuemos con la guía del lama.
Retomando la palabra el lama continuó diciendo. Tan poco conocido para la mayoría del mundo es el legado más profundo del Tibet como lo es el de Egipto, ese que a toda costa se busca ocultar y mucho mucho menos es conocido el de México y su papel en los tiempos que vienen. Es interesante ver como muy pocos ponen atención al hecho de que los alemanes hicieran expediciones al Tibet entre las dos grandes guerras. Y que tan pronto la más reciente fuera ganada por el imperio absorbieran toda la tecnología alemana, especialmente la espacial, misma que fuera dividida en dos partes y que los pueblos de la contraparte igualmente materialista, aunque supuestamente no capitalista, se dedicaran a acabar con la espiritualidad planetaria de muchas maneras en particular intentando destruir el legado milenario de un pueblo remoto y pacífico como es el Tibet. ¿Que buscaban esos pueblos en sus expediciones y que querían destruir los vencedores?. ¿Por que fueron igualmente alemanes quienes estuvieron a cargo del rescate del los más recientes Dalai Lamas?. Esas son preguntas profundas e igualmente en ellas se encuentran profundas respuestas para la humanidad y su liberación.
Regresando al nexo entre Egipto y México, existen numerosos vínculos, siendo los más obvios las pirámides. Además como ya antes te fuera revelado existe en la cercanía del valle sagrado de Tepoztlán una esfinge, pero colosal, de una escala mucho más grande pues es de otros tiempos como lo son los códices de las montañas de ese valle, esculpidos o tallados en esos tiempos de los gigantes de la humanidad del otro Sol, y que en su propio lenguaje, por medio de una mitología que es a fin de cuentas solo una forma más de la analogía, habla del mismo e inmutable conocimiento y de los mismos secretos del tiempo. Escala de una humanidad que se corresponde con la de la isla chilena de Juan Fernandez que hay quienes erroneamente asocian con los Mayas del ciclo presente.
El guardián del tiempo tomó la palabra y comentó entonces. Quizá recuerdas a uno de nuestros más desatacados canales de tiempos recientes quien por medio de un aparente sueño dejaba su cuerpo físico lo que le permitía como ahora a ti trascender el espacio-tiempo común y acceder a la eternidad trayendo respuestas, exactamente como en esta experiencia te está siendo permitido. Aquel canal conocido como el profeta durmiente reveló la existencia de las llamadas estancias de Amenta o Amentis donde se custodiaban grandes legados del pasado de la humanidad. El salón de los recuerdos que profetizó serían encontrados en el futuro.
¿Recuerdas que derivadado de tus caminatas sagradas por las rutas de México, te fue revelada la forma del caminar sagrado de las escuelas del antiguo Egipto, esa que permite igualmente trascender la ilusión de mundo y su dualidad. Y que después de recorrer de esa forma los principales templos, partiendo del Abu Simbel en el extremo Sur, en el templo de Karnak un secreto guardián te guió hacia una cámara donde te mostró la clave última con la que se deja atrás el mundo, la misma de la que siempre se te ha hablado, la misma de la que hablan todas las escuelas y tradiciones y que para esas tierras es custodiada por Ptah.?
Pues exactamente lo mismo ocurre en México -dijo el lama-, y ese gran códice mariano de Tonantzin, la virgen de Guadalupe guarda incontables claves. Custodiadas en la pequeña montaña y el templo erigido donde ella se revelara, en su imagen milagrosamente plasmada aun cuando el escepticismo de la razón sin espíritu cuestione aquel portentoso evento, en las rutas custodiadas por los maestros toltecas y olmecas, así como en los lugares sagrados de México que ellos custodian. Incontables secretos resguardados a la vista de todos en esa portentosa imagen, pero que solo se revelan a quienes verdaderamente desean encontrarlos y no antes de que tengan el corazón limpio y puro condición indispensable para abrir la percepción de los ojos y llegar a ver. Muchos secretos, muchos más de los que se conocen aún, pero para desvelarlos hace falta unir la fé y la razón.
Te comentaré brevemente que aquel dispositivo energético que tanto llamó tu atención -dijo el lama dirigiéndose a mi- está profundamente vinculado con los secretos de las montañas de México al igual que con las de Hawai, ambas localizadas en la misma latitud. Por eso fuiste enviado a esa isla con el pretexto de aquel congreso de óptica y láseres. Era una especie de prueba, allí decidiste renunciar al poder, fue tu último congreso científico.
Si, lo recuerdo perfectamente -afirmé- no podía creer lo que veía, ya se me había caído la venda de los ojos de alguna manera. Los grupos norteamericanos imponían sus puntos de vista, menospreciando y desacreditando todo resultado que no viniera de ellos, aun cuando fuera muy superior. No había objetividad alguna, era claro que solo estaban interesados en auto elogiarse a ellos y sus desarrollos tendientes a acaparar lo más posible la atención de los observadores de la fundación nacional para las ciencias de su país y de las principales organizaciones internacionales y así conseguir partes sustanciales del financiamiento del recientemente autorizado proyecto de láseres de alta potencia para la llamada guerra de la galaxias.
Guerra de las galaxias -expreso el guardián del tiempo- si tu supieras cuanto de real tiene ese nombre. En lo más profundo el imperio no solo ha librado guerras mundiales en el siglo XX sino verdaderamente galácticas. Guerras por ocultar siempre los mismo secretos, esos custodiados entre otros, a simple vista en los símbolos más sagrados, en los templos del planeta como los de Egipto. Igualmente en los símbolos sagrados  como los del Tibet -interrumpio el lama- e igualmente en el icono de la virgen morena. Por eso Adaesuz la toma como portada, y por eso mismo tantos sabios y guardianes le tienen tanto respeto y la tiene siempre tan tan presente.  Es un tema tan delicado que incluso fue necesario impedir tu entrada a Cuba, la primera isla donde al mismo congreso años antes llevabas resultados.
Comenzaba a comprender -me quedé reflexionando- empezaba a atar cabos, Cuba, Hawai y más adelante Isla de Pascua, tres islas y todas ellas conectadas para mi, de diversas formas, con ese icono mariano.
Así es -afirmó el guardián-, en esa isla de sur América se custodian en cráteres y cavernas los mismos secretos que en Tepoztlán.
Ahora ya sabes que al igual que en los altiplanos de los Himalayas y los Andes, estancias o galerías similares se encuentran en las inmediaciones de esta zona del estado de Morelos en México y como en Egipto su legado se encuentra custodiado por una esfinge. Altiplanos con cavernas que usados a modo de arcas de piedra permitieron resguardar de las aguas del diluvio la herencia legada por la desaparecida Atlántida o cuarta humanidad. Más adelante quizá te sea permitido acceder  físicamente y revelar algunas otras cosas más, pero no por ahora. 
Tomando la palabra el lama mencionó. Para este final de ciclo el Tibet antes de ser invadido ha vuelto a resguardar su milenario legado en secretas cavernas de aquellas heladas montañas de los Himalayas en espera de tiempos propicios en el futuro para ser reencontrados y pueda despertar una vez más el Tibet, ahora es tiempo de que hablen las montañas de América -concluyó el lama.
Aquellas palabras evocaron en mi mente la imagen de la recientemente construida bóveda global de semillas denominada “bóveda el fin del mundo” enclavada en la ladera de una montaña ubicada en el las heladas latitudes del archipielago noruego de Svalvard y cuya función como el almacén de semillas más grande del mundo es la custodia la biodiversidad de los cultivos del planeta.
Es una buena analogía para estos tiempos  -dijo el guardián-, una vez más la humanidad enfrenta un final de ciclo y según el nivel de consciencia, material o espiritual, guiada por el miedo o por la fe, ve frente a si una dolorosa catástrofe o una oportunidad de transformación hacia algo más elevado y opta por diferentes soluciones y recursos. Desde tiempos inmemoriales y en incontables sitios del planeta han existido guardianes de múltiples tipos, niveles de consciencia y conocimiento, encargados de la codificación y decodificación de los mensajes, así como de la custodia o entrega de los legados en el momento correspondiente a quienes sean capaces de cumplir con la elevada responsabilidad de continuar la custodia para bien de la humanidad.
Dicho lo anterior el guardián hizo una breve pausa y después indicando la dirección con su mano dijo ¡Mira!. A la distancia, en una de las entradas de aquel laberinto de galerías pude observar un grupo de luminosos seres vestidos con algo que parecían blancas y vaporosas vestiduras y que de manera silenciosa nos observaban. Ellos son guías de la humanidad -dijo el guardián-, son miembros del secreto gobierno espiritual y guardianes del planeta. Por ahora nada más sobre este encuentro debes revelar.
Es tiempo de que regreses y proceses todo lo que se te ha mostrado para que seas capaz de escribir lo que ahora te ha sido revelado. En lo que será tu futuro comprenderás.
Dicho lo anterior me encontré en mi cuerpo, solo conmigo mismo una vez más.