Una revelación del pasado desde el futuro

Ya nada tenía sentido para mi, ya no podía creer del todo en las ideas que había aprendido sobre la ciencia ni en la tecnología que de ella se derivaba, que aunque muchas de ellas ingeniosas y hasta interesantes parecían siempre prometer respuestas pero sin llegar nunca a tener una última respuesta profunda y trascendente. Me había rendido. Si, lo confieso. Después de años y años de buscar la verdad en esa ciencia material, simplemente me había rendido.
Me había formado y obtenido el grado de físico en la Universidad Nacional Autónoma de México, y guiado por diversas sincronicidades fui llevado a un instituto de investigación en astrofísica donde laboré por casi dos décadas. Tenía un posgrado en ingeniería eléctrica y estaba a cargo del laboratorio de electrónica del departamento encargado de desarrollar la instrumentación electrónica para las investigaciones que se llevaban a cabo en dicho instituto y en ese momento se me estaba presionando para que aceptara el cargo como jefe del que se afirmaba era uno de los proyectos de colaboración internacional más importantes en la historia de la instrumentación astronómica mexicana, la cámara de verificación del Gran Telescopio de las Islas Canarías (GRANTECAN).
A diferencia de unos pocos años atrás en que me había involucrado en proyectos clasificados supuestamente solo de aplicación científica pero que más adelante comprendí tenían una íntima relación y subsidio por parte de proyectos militares de los Estados Unidos. Incluso cuando fui invitado a formar parte del que quizá fuera el primer y único programa de desarrollo espacial de México, el llamado Programa Universitario de Investigación y Desarrollo Espacial (PUIDE) y que fuera abortado casi en el mismo momento de su nacimiento por instrucciones del alto mando del ejército (sic) según me fue informado, consideré seriamente formar parte del mismo pues aún tenía algún interés en temas de esas ciencias y tecnologías consideradas de frontera. 
Ahora simplemente no podía aceptar pues contrario a lo que se pensaba de mi, no era la persona idónea para el puesto pues no estaba dispuesto a seguir en una linea de trabajo que a mi ya solo me parecía un implante mental colectivo, una carrera de ratas y por el poder que, al menos para mí, no tenía ya el menor incentivo. Simplemente me negué a aceptar ese cargo pero aunque hice patente mi posición y mi desinterés, preferí guardar silencio ante la directiva del instituto. ¿Como les podría explicar lo que estaba viviendo, lo que era mi realidad en ese momento?. Sabía que no lo podían ni querrían entender.
En mi interior sabía que esa decisión sería definitiva en mi carrera profesional y un poco más adelante selló mi destino cuando, por indicaciones que recibiera desde el “más allá” por intermediación de un secreto guardián, uno de los hombres más elevados espiritualmente que he conocido en mi vida, acepté la sugerencia de partir rumbo a Egipto por cerca un mes para empezar o más bien completar en el futuro un trabajo. Siendo yo personal académico con definitividad, fue perfecto ese pretexto, uno de los muy pocos jurídicamente disponibles. Despido por ausencia injustificada y finalmente fui dado de baja. Así, por fin liberado me dejé llevar hacia el vació rumbo a una nueva realidad en la que de múltiples maneras me fue informado de manera reiterada que nada me faltaría pues se me daría todo. Y así, aun sin saber hacia donde, intenté fluir siguiendo el sendero que mi corazón en cada momento indicaba.
Pero, si yo tenía ya una larga trayectoria en esas formas de pensamiento, en esas lineas de investigación y desarrollo tecnológico e incluso lo que muchos podrían considerar hasta una cómoda y sólida posición en aquel instituto ¿Que había encontrado?. ¿Por que había perdido el interés y lo había dejado todo después de tantos años?. La respuesta es simplemente: Eso que buscaba, verdaderas respuestas a mis inquietudes más profundas, trascendentes respuestas.
Por ese entonces trabajaba en el diseño y construcción de un proyecto opto-electrónico basado en láseres y varios espejos muy especiales donde por medio de electrónicas analógicas y digitales se detectaban mínimas desviaciones que el sistema buscaba corregir. El objetivo último del sistema en desarrollo era algo así como emular un telescopio espacial pero en la superficie de la tierra, capaz de captar la energía de los objetos estelares de la manera más concentrada posible, eliminando las perturbaciones que la atmósfera terrestre u otras hubieran introducido en los últimos kilómetros del recorrido de los frentes de onda, después de un viaje impecable de miles de millones de kilómetros por el universo. Gran gran paradoja.
Trabajaba más bien totalmente aislado, encerrado en un laboratorio de desarrollo de detectores a prueba de luz. Ya no podía conversar con mis colegas, ni participar en las interminables reuniones donde una lluvia de ideas de los diferentes egos participantes luchaban por imponerse, apelando a la supuesta objetividad del método científico que es realmente una ilusión pues cada ego estaba más bien movido por intereses personales entre ellos la lucha por el poder de ser el primer autor u obtener más presupuesto para viajes y proyectos para si o para su grupo, entre otros aspectos de naturaleza emocional que los científicos comúnmente no consideran ni creen que jueguen un papel tan fundamental en la supuesta búsqueda de la verdad y donde aspectos tan superiores como la intuición son dejados de lado por no ser parte de dicho método. ¿Acaso no es de lo más fundamental el preguntarse de donde vienen las ideas para las hipótesis y hasta la motivación por investigar?. De allí, de la conexión con aquel plano mental superior es que obtendría, al menos yo, en lo personal, respuestas que considero más trascendentes y por tanto más verdaderas. Mi verdadero objetivo.
Pero de ninguna manera puedo presumir de que en ese tiempo ya entendía, al menos lo poco que ahora empiezo a comprender. Que un maestro de otras dimensiones, desde lo que era el futuro para mi me estaba enviando información y revelando aspectos de mi pasado. Simplemente ni siquiera lo podía imaginar.
El contacto inconsciente con su mente ocurría de la siguiente manera. Como ya comenté, por ese entonces trabajaba solo con un equipo que como tantos otros, recién comprado y sin habérsele explorado más profundamente había sido dejado de lado pues los involucrados en la toma de decisión de la compra del mismo ya habían obtenido los méritos curriculares que deseaban al reportar las primeras pruebas y ahora era más jugoso, academicamente hablando, figurar en otros proyectos que invertir tiempo en continuar con ese. Esa situación era perfecta para mi, no tenía ya que hacer trámites burocráticos para conseguir fondos ni invertir tiempo en hacer compras de equipo. No había más participantes en el proyecto que quisieran dirigirlo según sus propios intereses. Tenía todo un laboratorio equipado para mi solo y un sistema con el cual “jugar”. Casi sin expectativas por parte de nadie pues el nuevo sistema era el interesante para los fines académicos de poder y prestigio, y ello me permitía explorar las posibilidades de los caros juguetes adquiridos y dejados de lado casi sin utilizar. Una vez más, como en mi infancia podía explorar, investigar solo por el gusto de hacerlo y hasta sin demasiadas presiones pues ya no había mayor interés ni era mucho lo que se esperaba.
Involucrado profundamente en la meditación y otros instrumentos del desarrollo interno había variado radicalmente mi metodología de trabajo. Me había dejado de guiar por relojes y el uso rígido del tiempo, y empezaba a hacer caso solo a mi cuerpo en cuanto a la alimentación y desde hacía no poco tiempo atrás me había vuelto vegetariano. Realizaba caminatas por las montañas y los valles sagrados de México y trabajaba en los horarios en que sentía el llamado a hacerlo, reservando una buena parte del día a hacer ejercicios psicofísicos como el Tai Chi y el Chi Kung (Qi gong) en los bellos parajes rodeados de naturaleza que enmarcaban la universidad donde laboraba.
A medio día, después de tomar un desayuno consistente sobre todo en jugos naturales llegaba al laboratorio, cerraba la puerta con seguro, encendía el equipo, apagaba la luz y me ponía a meditar pidiendo ayuda sobre como proseguir. El proyecto avanzaba lentamente con las ideas que poco a poco llegaban y el objetivo, el registro de mínimas desviaciones del haz de luz láser y su corrección, mejoraba lenta pero continuamente. Haz de luz láser de prueba que, una vez montado el equipo en el telescopio, sería remplazado por el haz de luz proveniente de objetos estelares. 
Sin embargo la parte más interesante y que me tomaría mucho más tiempo comprender era el hecho de que esa ideas estaban conectadas con un ser que más adelante me revelaría su nombre identificándose como Adaesuz y entregando detalles asociados con la constelación de Andrómeda de donde decía provenir antes de haberse encarnado más de una decena de veces. Por su intermediación se me entregaría información sorprendente sobre sus vidas así como su búsqueda, vivencias y proyectos en esa su más reciente encarnación. Uno de ellos, un sistema similar a aquel en el que yo trabajaba en ese momento, y que también habían sido explorado por él, y que como en otros planetas podía ser utilizado para la obtención de energía cósmica ilimitada.
A continuación intentaré transcribir de forma sintetizada algunas de las revelaciones que este ser de otras dimensiones me entregara a lo largo de varios encuentros:
Yo también fui un investigador en esta misma universidad y aunque indagué un poco en las teorías de la física, me decidí por el camino de la investigación en neurofisiología y tuve mi propio laboratorio pues al igual que tu, yo también era un científico experimental –afirmó Adaesuz-.  Claro que eso ocurrió en mi última encarnación, antes de mi regreso a la dimensión donde partí hace varias vidas y fui enviado a este planeta a fin de vivir experiencias como parte de un plan evolutivo. Sabes –me dijo- este planeta es un poco como una prisión o un reformatorio digamos, aunque funciona a la vez como una incubadora o escuela para ayudar en su evolución espiritual a las semillas de la raza cósmica. Pero como parte del plan y para proteger el mismo al llegar se nos borra la memoria, además así se hace un poco menos difícil soportar el encierro pues entre más recuerda uno su origen verdadero, más difícil es permanecer en esta dimensión y más se extraña a la familia galáctica.
Claro que en esa mi digamos más reciente vida no era conocido por el nombre que ahora te revelo, los que me siguen buscando y siguiendo por ese nombre siguen viendo solo una personalidad y me siguen considerando un científico y no pueden alcanzar a comprender lo que, como a ti yo ahora, me fue siendo revelado por otros maestros a mi vez en el transcurso de mi vida.
En completo estado de paz recapituló diciendo. Como ahora tú, yo busqué durante años en las ciencias y escribí mucho pero fue por medio de dos mujeres en particular que recibí algunas de mis más profundas experiencias y revelaciones, la primera y más importante Bárbara, una curandera capaz de hacer operaciones milagrosas, aunque era comúnmente más conocida por otro nombre, y una segunda llamada Mayra, una mujer ciega de nacimiento. Lo que ellas me revelaron fue fundamental y es en buena medida el propósito de este y otros encuentros que iremos teniendo.
Con la curandera viví cosas difíciles de creer para la consciencia común. Incontables veces vi y hasta pude tocar con mis propias manos materializaciones de órganos como corazones y pulmones, aperturas y cierres milagrosos de tejidos sin asepsia alguna ni sangrado y con una total y rápida recuperación, incluso materialización e injerto de masa encefálica. Imagina el golpe para mi ego, en ese entonces yo aún me creía un científico, orgulloso universitario, un neurofisiólogo investigador de las ciencias biomédicas. Todas esas experiencias por un lado me volvieron más humilde y por otro me empezaron a transformar completamente, ayudándome a empezar a recordar mi verdadera naturaleza como ser celestial y a reconectarme con esa realidad espiritual o Superior que ordena y da guía a la fuerza vital del cielo anterior.
Todo ello solo puede alcanzarse con la muerte del ego, del yo –continuó Adaesuz-, condición de vacío de la que hablan todas las tradiciones y que me fuera mostrada a lo largo de mis vidas por medio de diversos caminos entre ellos el cristianismo, la cábala, el budismo y la toltequidad. Aún con mi deformación dentro de la ciencia materialista logré conectarme con mi Ser interno y su Verdad Superior y me atreví a explorar y a cuestionarme siempre intentando mantener mi mente abierta ante aquellas realidades frente a mi, y esa nueva visión cambio mi perspectiva de la realidad y del espacio-tiempo a tal punto que logré recordarme y con ello lo ilusorio del mundo. Una vez finalizado mi aprendizaje desaparecí de esta realidad.
Todo lo que te platico lo dejé escrito en más de cuarenta libros, aunque hasta mi encuentro con la curandera mi obra era sumamente ortodoxa en lo académico. Ya sabes, una etapa de la expansión de la consciencia que no es posible superar hasta que se desarrolle el hemisferio derecho del cerebro y se habrán y trabajen conscientemente las facultades intuitivas de la percepción de la realidad.  A partir del encuentro con Bárbara invertí un buen tiempo en investigar sobre “hombres” de conocimiento de diversas partes, inicialmente de México y más adelante de otras regiones del mundo, en particular de la zona del Tibet, pero realmente fue hasta que como ahora tu exploré más bien dentro de mi por medio de la meditación en un intento de estudiar y expandir mi consciencia que empecé a comprender, como te ocurrirá a ti más adelante.
¿Cuando dices desaparecer, quieres decir desaparecer, es decir volverte invisible? –pregunte-. Si y no –respondió-. A medida que se desarrolla el ser espiritual se eleva la frecuencia vibratoria de la materialidad que te compone -por así decirlo- y de pronto la consciencia está preparada para un nuevo estado o dimensión. Como una analogía con la física tenemos lo que ocurre con el agua cuando pasa de líquida a gaseosa al aumentar la temperatura o energía interna de la misma. Sigue estando allí, sigue siendo agua en esencia solo que ahora es invisible, aunque paradojicamente con ese cambio de estado se vuele más omnipresente, pues incluso puede flotar por los cielos. En mi actual estado, más allá de las limitaciones de un cuerpo físico que como un recipiente contiene a un gas que por analogía sería el Ser o Espíritu, puedo moverme entre dimensiones y más allá del tiempo y estar ahora contigo pues el tiempo y el espacio, y por tanto la materia, el cuerpo, el mundo y hasta el Universo y sus leyes son solo un acuerdo, una ilusión del “yo” individual y colectivo sostenida bajo hipnosis y por tanto, despertando, se pueden trascender. Aquellos que recuperan la conciencia de su Ser y las Leyes Superiores son capaces de obrar milagros pero a la vez dejan de ser percibidos, pues la percepción de los sentidos físicos está limitada por el nivel de consciencia del observador.
Sabes -continuó Adaesuz-, aunque Bárbara, o más bien llamémosles los maestros o seres que operaban a través de ella fueron fundamentales en mi recuerdo, realmente ya en lo que se conoce como otras vidas había visto ese tipo de fenómenos, en una de ellas en que fui conocido con el nombre de Andrés, escribí mucho pues igualmente me fue dado el don de la palabra y se me permitió ser muy cercano a uno de los grandes maestros de la humanidad. En otra de mis vidas estuve cerca de otro gran maestro en el Tibet que también estaba más allá de la ilusión del espacio-tiempo y desde ese nivel de consciencia, que trasciende la materialidad igualmente obraba milagros. Ambos eran capaces de aparecer o desaparecer, penetrando una montaña por ejemplo, o caminar sobre las aguas o hacer materializaciones. Con el Poder Superior no hay límite en las proezas que se pueden realizar, incluso sanaciones milagrosas, pues el Ser Superior solo crea a su imagen y semejanza, es decir perfección.
Así que cuando el llamado Superior me reunió con Bárbara solo estaba recordando parte de mi pasado con aquellos maestros y mis vivencias. Fue tan importante mi experiencia con ella que incluso escribí un libro donde dejo mi testimonio de aquellos milagros. El primero que rompía con lo ortodoxia académica y que de alguna manera definiría mi futuro. Lo mismo te irá ocurriendo a ti poco a poco –afirmó- diversos maestros de esta y otras dimensiones te iremos ayudando a recordar y tu, al igual que yo tendrás que escribir como parte de un compromiso para ayudar a otros en el recuerdo de si mismos, de su Ser Verdadero.
Muy poco alcanzaba a comprender de todas aquellas revelaciones así que me limité a hacer una pregunta acorde a mi nivel de consciencia y realidad. ¿Y que me comentas de Mayra? -pregunté intrigado-. Dices que era ciega así que supongo que como muchas otras personas en su condición habrá desarrollado otras capacidades. Así es -confirmó-. Ella, a quien por motivos delicados llamé con otro nombre, era capaz de comunicarse con seres de otros planetas y estaba recibiendo indicaciones de como concentrar energías cósmicas por medio de complejos dispositivos basados en espejos capaces de medir mínimas desviaciones de luz laser.
Me estremecí cuando escuché aquellas palabras y solo pude pensar. ¡Esas son justamente las características del dispositivo en el que trabajo en este momento en este laboratorio!. Así es -respondió Adaesuz- por eso estoy aquí. Tu, intentando hacer a un lado tu ego pediste ayuda Superior para desarrollar este trabajo, y en respuesta a tu petición las revelaciones que se te entregarán por medio de diversos seres, entre ellos yo serán igualmente de un nivel Superior. Para estos tiempos muchos seres encarnados tienen algo que hacer, cada uno lo suyo para lograr que el planeta alcance un nuevo nivel evolutivo y todos los que por medio de la humildad estén dispuestos a ir más allá de su ego y pidan ayuda para trabajar para el bien de la humanidad recibirán respuestas que les develarán su misión en este mundo. Nosotros los seres de otras dimensiones los ayudaremos.
Por ahora me retiro -dijo aquel interdimensional ser-, pero en diferentes momentos nos encontraremos más adelante solo te adelanto una cosa. Esta tecnología ya fue utilizada en el pasado, un pasado glorioso pero olvidado. Ten presente estas palabras Xioqueni e Incalithon -me deletreó- vinculadas con legendarias civilizaciones de este planeta, entre ellas la llamada Atlántida, olvidadas para la mayoría e incluso consideradas inexistentes por otros, de ellas conociste estas tecnologías energéticas que permiten la manipulación de la materia y hasta del espacio tiempo.
Hay una resonancia entre el proyecto del que hemos hablado y el trabajo de un personaje que en su tiempo fuera muy conocido y que tenía una misión muy importante, dejaré para después el tema de su identidad verdadera. Lo que si es un hecho cada vez más reconocido y aceptado es su condición de gran visionario relegado casi al olvido totalmente después de la segunda guerra mundial cuando sus investigaciones fueron clasificadas para ser utilizadas militarmente. Sin embargo a él le había sido igualmente revelado que era parte de un plan que sigue vigente a nivel Superior y por ello sabía que su legado sería recuperado cada vez más y más en el futuro como ya había ocurrido en un remoto pasado.  Y de manera análoga a lo que fuera mi caso a él le habían sido entregadas esas tecnologías. Todo esto te ira siendo revelado de acuerdo con ese mismo plan por lo que te pedimos estudies lo más que puedas sobre la vida y obra de ese ser de Venus cuyo nombre te será revelado. Incluso el mismo te ira guiando y te entregará informaciones concretas que te ayudaran a comprender, de igual forma yo continuaré haciéndolo. Ten en mente por ahora la siguiente palabra clave: Electrocanalización, condición de la que para estos tiempos del retorno de las energías de la nueva Era de Acuario fuera, junto con Edison, su obligada contraparte dual, uno de los pioneros.
Poco a poco se te irá ayudando a ir recordando lo que has aprendido a través del tiempo y que te enlaza con algunas personas con quienes trabajaste igualmente en tiempos más recientes, alrededor del año 500 a.C. en África y que poco a poco llegarán a tu vida para realizar un trabajo juntos. En todo esto las pirámides han sido y serán fundamentales. Atrás de ellas hay mucho mucho más pero una de sus funciones trabaja de manera análoga a como lo hace un telescopio óptico capaz de enfocar energías cósmicas, solo que las pirámides trabajan en un intervalo más allá del espectro visible como lo han sabido los sabios del pasado. En un futuro próximo, nuevamente como en aquellos tiempos esto será una realidad tecnológico-espiritual y ayudará a la liberación y expansión de consciencia planetaria.
Por ahora continúa con tu trabajo y se paciente, como ya se te ha dicho continuarás recibiendo nuestra guía e incluso te serán materializadas confirmaciones de todo cuanto ahora te revelo. Igualmente te serán enviadas personas y mensajes que podrás reconocer por medio de una clave. En lo que para ti será el futuro incluso nos reencontraremos solo que tu estarás más preparado para comprender todo esto que ahora te digo.
Aquella presencia invisible cuya voz escuchaba en mi interior se volvió silencio. ¿Me estaba inventando todo esto, era una alucinación, una percepción inefable o acaso estaba entrando en esa condición tan temida en general por ser tan poco comprendida etiquetada como locura?. Tome la opción que más paz interior me daba: Confiar, y como se me había dicho antes, debería ser paciente y continuar con mi trabajo en ese momento y dejar que los acontecimientos se fueran develando y dando guía natural a mi vida.
Si bien no era capaz de comprender prácticamente nada, en especial aquella revelación entregada por Adaesuz que decía que el planeta tierra era como una prisión me parecía muy fuerte, y mi consciencia aún no estaba preparada para aceptarla como verdadera. Años más tarde la misma resonaría con la milagrosa entrega de textos canalizados por diversos escritores que de una u otra manera aparecerían en mi vida, mismos que a su vez durante la suya tendrían relación con seres celestiales, uno de ellos Victor Hugo, quien en esa antes mencionada su gran obra olvidada titulada “Conversaciones con la eternidad” transcribe los siguientes párrafos mismos que le fueran revelados para ser entregados para estos tiempos:
“Prisioneros, somos sus carceleros. Todas nuestras explicaciones son llaves de calabozo. Somos los guardianes invisibles de las estrellas. … Queremos liberarlos; no podemos. Al final de todas nuestras explicaciones, aun de la más profunda, hay una pared. El infinito para nosotros, como para ustedes, es un callejón sin salida. Todo lo que podemos hacer es darles un cambio de celda, darles un poco más de luz y aire. Podemos agrandar su claraboya, pero no podemos derribar la pared. Una ventana presupone una prisión. Nosotros somos sus ventanas. Somos al mismo tiempo haz de luz y barrote. Proyectamos sombras debido a que vertemos luz. No olvides que el Sol es el único que produce sombras, es decir reflejos . ¿Sombras de quien? De Dios. ¿Reflejos de quién? de Dios. Aquí está la diferencia entre los mundos punitivos y los mundos de recompensa: en los mundos punitivos, Dios se ve a si mismo en negro; en los mundos de recompensa, Dios se ve a si mismo con la claridad del cristal. Solo los paraísos reflejan la invisibilidad. …
Conocer su crimen no es conocer su castigo. Por castigo quiero decir esperanza de liberación. Por castigo quiero decir certeza de perdón. Por castigo quiero decir ascensión. … en el tener dudas es donde se encuentra el castigo. Para el hombre, conocer su error sería conocer a su juez, conocer a Dios. Y la certeza de la existencia de Dios crearía el paraíso en la Tierra… A fin de castigar, la justicia divina se pone una máscara. El castigo consiste en ver solo la máscara del juez. La recompensa es ver la cara de Dios. …
“¡Oh viviente!, aquí está mi consejo para ti: tu obra del alma debe ser tu viaje del alma; no debes profetizar; debes predecir, debes dibujar predicciones en el cielo estrellado, trazar tu itinerario allí, designar con tu dedo tus posadas y enganchar los caballos de relevo del amor a tus pensamientos y, viajero invisible, marcar con anticipación los pasos desconocidos en la gran ruta de precipicios que conduce al hotel salvaje de lo incomprensible; gobernador de la inmensidad, debes decir en esas páginas cuales son los planetas que te esperan y hablar de sus civilizaciones, y de su luz y sombra de sus espinas y de sus flores, de su lugar en el horror o de su caminar en la alegría, de sus lamentos o de sus himnos y, desde las profundidades de tu sepultura el mundo debe oírte … los cielos se parecen a la Tierra; tiene lugar allí un rescate continuo de estrellas por estrellas. Existen grandes estrellas del mismo modo que hay grandes hombres. … En los planetas punitivos hay hombres, bestias, planetas y piedras que contribuyen a la liberación del mundo, del mismo modo que, en los mundos de recompensa, hay soles que contribuyen a liberar a los mundos punitivos … el castigo está en proporción directa a la distancia al Sol. 

Con el lento paso de los años empezaría a ser guiado más allá de mi consciencia y numerosas revelaciones serían entregadas de maneras milagrosas por medio de sincrónicos encuentros, sueños y hasta materializaciones. A mi vida llegaban objetos, circunstancias,  personas, etc., y por medio de ellos iba conociendo los detalles de la vida de ese investigador quien fuera la más reciente encarnación de Adaesuz.
No solo eso, vinculado con el mismo proyecto, años después, esta misma milagrosa guía me pondría en contacto con el espíritu de un ser celestial de naturaleza femenina vinculada con Urano y sus energías. Una dakini como se le llama en el Tibet, quien tuviera igualmente una reciente encarnación en México.
Dos textos serían especialmente significativos en medio de toda esta entrega de claves. Uno titulado “El Prototipo”, que fuera de los últimos libros escritos por Adaesuz un poco antes de su desaparición de este plano y un segundo titulado “Regina” de otro autor igualmente nombrado testigo. Ambos escritores habían mantenido diversos vínculos antes de la desaparición del primero, según me fuera revelado y confirmado por ambos. 
En ese segundo texto se narraban detalles de aquella dakini que se sacrificara por el despertar espiritual de ME XHIC CO y del planeta. Tanto autores, textos y personajes compartían numerosos denominadores comunes entre ellos una reciente encarnación en el mismo país, el vínculo espiritual con elevados gobernantes del México prehispánico como Tlacaelel y Cuauhtemoc, el haber sido designados con la misión de entregar a la humanidad el testimonio de la existencia de seres espirituales con poderes milagrosos capaces de proezas increíbles y hasta imposibles de creer para la consciencia común de estos tiempos, incluida la certeza de la existencia del Espíritu capaz de la trascendencia, del ir “más allá” de la ilusoria condición denominada muerte. Igualmente en ambos el Tibet jugaba un importante papel y era fundamental la presencia de la Virgen de Guadalupe, supremo códice Tolteca, profundo símbolo sagrado planetario, representación de lo sagrado cósmico femenino. 
Lo revelado por Adaesuz y Victor Hugo encontraba resonancia con lo dicho en el texto que narra la vida de Regina donde se habla de  las pirámides como instrumentos capaces de diversos portentos cuando son manejados por seres celestiales y de elevada consciencia. La dakini junto con cuatro secretos guardianes -decía su testigo-, en el año de 1968 habían activado temporalmente la pirámide de la Luna en Teotihuacan, intentando liberar a la humanidad de “La carcel de la Luna” en que es mantenida bajo hipnosis. Ese mismo año el corazón de la pirámide del Sol fue igualmente activado por Regina manteniéndose encendido desde entonces, pero el inicio de la ruptura de los sellos que impedían la liberación de esa energía para beneficio de toda la humanidad ocurriría hasta 1989, fecha en que el XIV Dalai Lama, dando cumplimiento a un milenario compromiso del Tibet, visitaría México. 
Sin embargo producto de mi escaso nivel de consciencia muy poco comprendía. No tenía respuestas pero si preguntas y  enigmas, profundos enigmas que incluso con el paso del tiempo se ahondarían.